10 de junio de 2019

No queda nada.



Verga, cómo me enamoré de ti. 

Te conservo en pedazos de algo que no existe, en fachadas de departamentos que ya no son de nadie. Te conservo en avenidas, en calles sobrepobladas de cosas que odiamos. 
A veces regreso a leer lo que muchas veces he memorizado antes "ni el amor con sus dientes y uñas nos bastan".

Vaya que tú y yo sabemos de dientes, de uñas, de piel, de sangre.

Siempre que manejo, me pongo a pensar en más de lo que debo, la calle se confunde con el tiempo y juega con mi memoria como si viniera de algún sueño.

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