12 de abril de 2016

Bullets


Ya no estoy tan segura qué tanto eres tú, qué tanto soy yo y qué tanto es ese doctor que está igualito a ti. Lo veo todos los días, tan idénticos como mi recuerdo me permiten que sean. Lo veo a las ocho de la mañana, cuando voy más apurada, más cansada, y siempre, siempre le sonrío aunque, igual que tú, no hace el mínimo esfuerzo en voltearme a ver. Hay días en los que no lo soporto, su mera existencia me molesta y he tenido que cambiar de lugar para no tener que verte. Verlo.
A veces he querido llegar a contarle mi día, y decirte que el imbécil del ex novio de Natalia hace como si no me conociera y ya sé que nunca te cayó bien pero yo lo quise mucho por alguna razón que ya sé que me vas a refutar si algún día te enteraras de esto. También hay otras veces, como hoy, que no sé qué tan normal sea que me sienta así. Me cuestiono tanto que me desconozco y a veces ni siquiera sé qué significan todas estas preguntas que me hago. Pero bueno, pasa, y como cada año consecutivo me encuentro buscándote en donde puedo evitando a toda costa el fatídico mensaje por facebook de "¿cómo estás?".
Ya no quiero que me traicione la memoria.