12 de mayo de 2019

Neumología e intensivismo

Hay un doctor con afición por los pulmones, no creo que su cabeza esté del todo bien, pero nos llevamos muy bien, aparentemente porque la mía tampoco lo está. A él no le interesa mi vida, es lo que él me dice, pero a veces parece que sí, sobretodo cuando me habla.
Su voz, me gusta mucho su voz.
La vida da vueltas muy raras.
Yo no creo que esté igual de triste que él, pero me jura que somos lo mismo.
Una vez lo vi, parado enfrente de la puerta roja del departamento. Otra vez lo vi lavando ropa. No debería estar ahí. Quiero creer que intenta dejarme que lo conozca, a veces quisiera conocerlo. La mayoría del tiempo no siento nada. Pero más importante aún, por dos o tres horas, no te extraño tanto.
Me voy contenta con eso. 

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