13 de septiembre de 2013

I'm drunk.


Igual y mi problema es que a todos les hablo de ti involuntariamente. Te me notas en las manos, en mi boca, en el cuello y la cadera. Siento que lo callo tanto y tan fuerte, que cuando  por alguna razón mencionan tu nombre, algo se mueve tan adentro de mí que va más allá de mi sentido de voluntad. Grito en un silencio más bien ahogado, como cuando me coges y me tapo la boca lo más fuerte que puedo, y es justamente en ese momento cuando estoy sintiendo más. Y a veces es más como un dolor sordo, difuso -visceral como todo lo que tiene que ver contigo. Te notas en mis movimientos y en todo lo que hago, no lo puedo evitar. Me gustaría que pusieras más atención; te darías cuenta de que te grito desde donde estoy.

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