22 de abril de 2013

Son tiempos de dios.


Sobre realidades, ansiedades y sus extensiones que abarcan los espacios de mi vida.
Y con esos bracitos que se arrastran por cada espacio que dejo libre, por cada centímetro que queda entre el ciclo que se cierra y el próximo que se abre; triángulos imperfectos de paredes suaves que mueven las mismas bases sobre donde quiero formarme. Una consecuencia no está tan separada de la otra pero el tiempo las va sobreponiendo, se va perdiendo el error inicial y la finalidad de aprender que la mierda es de quien la hace. Son tiempos de dios, leí en algún lado. Son tiempos de nada, que nada hay más allá de la razón de nuestras acciones.


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